Servicio al Usuario: Tipos de Cliente y Sus Formas de Tratarlo. ¡Nuevo!
Los
clientes o usuarios pueden clasificarse por la actitud que toman cuando
hay que tomar la decisión de compra. Según esta clasificación podemos
encontrarnos con distintos tipos de clientes:
- Clientes amigables:
Son simpáticos y amables, aunque en ocasiones
pueden llegar a hablar demasiado. Se recomienda tratarlos bien,
intentando reconducirlos hacia la decisión de compra. En el caso de que
no lo veamos posible, lo mejor es no perder demasiado tiempo con ellos.
- Clientes difíciles:
Son clientes exigentes, que siempre encuentran
defectos y que creen tener la razón siempre. Se recomienda ofrecer el
mejor servicio de atención al cliente, ofreciendo alternativas sin
quitarles la razón.
- Clientes tímidos:
Son personas introvertidas que no suelen decidirse
en la compra. Se recomienda ayudarles a decidir, motivándolos a la
compra enumerando los beneficios que tiene el producto, pero nunca
debemos aprovecharse de ellos, ya que qué sean tímidos no quiere decir
que sean tontos, y puede convertirse en un futuro cliente insatisfecho.
- Clientes impacientes:
Tienen prisa por hacer las compras, así que se
le debe ofrecer la máxima prioridad, pero sin descuidar al resto de
clientes. No les interesa que entres en profundidad en los detalles, si
lo haces, probablemente perderás la venta.
- Clientes indiferentes:
Les da igual el producto y la empresa, simplemente compran.
- Clientes leales:
Son fieles a la empresa o a la marca, pero no por
ello hay que descuidarlos. Hay que ofrecerles lo mejor, aconsejarlos,
premiando su fidelidad.
- Clientes desconfiados.
No se creen nada, por lo que hay que darles la
máxima información, sin mentiras. Podemos basarnos en informaciones de
páginas webs, revistas…para apoyar nuestro punto de vista.
- Clientes rutinarios.
No les gusta innovar, suelen ser fieles a la
empresa. Se les debe ofrecer lo de siempre y un trato familiar. La
atención al cliente es fundamental, ya que compran en tu empresa por
comodidad. Si no reciben lo que buscan se marcharán a la competencia.
- El cliente grosero:
Es un cliente que frecuentemente está de mal
humor, llega a ser ofensivo y discutir con mucha facilidad. Hay que
argumentar sin caer en sus provocaciones y ofrecerle la máxima
amabilidad.
- El cliente sabelotodo:
Piensa que lo sabe todo y se siente orgulloso,
a veces puede llegar a ser agresivo y tiene muchos puntos en común con
el cliente exigente. Hay que darle la razón pero llevándolo al propio
terreno, y sobre todo ofrecer una buena atención y cortesía máxima.
- El cliente impulsivo:
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